viernes, 19 de marzo de 2010

La"Pajerosidad" del hombre


La tocadita de culo arriba de la bici no garpa. Una se encuentra totalmente indefensa, y más si el de las manos locas es un motoquero. Agarrarlo es prácticamente imposible, aunque en ese instante, mezclado entre bronca e impotencia, una piensa que con la bici puede lograrlo porque las ganas de patearle la cabeza, tirarlo de la moto y romperle la nariz son bastantes.

Después del mal momento, una sigue pedaleando con el enojo a cuestas, mientras el “pajero”, seguro, anda por la calle cagado de risa ya que logró apretarle el culo, como si fuese a exprimir una naranja, a la pobre chica de la bici, o sea yo. Y lo peor del caso es: el comentario del poder y la viveza con que lo narrará frente a sus amigos, que por supuesto sonreirán y lo felicitarán por su gran demostración de hombría y "pajerosidad" .

Y sin embargo yo, me sigo preguntando por qué los hombres son tan pajeros y cara duras. Ya dan asco. Nadie les niega mirar a las mujeres o decirles un piropo –apropiado-, o un chiflido – menos el del bicho feo -. No vamos a negar que un "piropin"a la mañana nos puede dejae contenta por el resto del día, siempre y cuando no estemos camino al periodo femenino (en esa etapa del ciclo lo más probable es que larguemos un manojo de puteadas); pero tocarle el culo a una mina/piba/pendeja/señora/joven/jovenzuela arriba de la bicicleta para después salir corriendo es muchoo muchachos.

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