martes, 25 de agosto de 2009

Pensando en mi amor, verde


Hoy estoy un poco nostálgica, otro tanto melancólica. Para ser más exacta sufro del mal de amores; esa enfermedad que padece un 90% de la población mundial. El otro 10% corresponde a los hijos de puta sin corazón que por buenos motivos no padecen de ese mal. Mejor, cabe destacar que este variable porcentaje es medido por el INDEC, por lo tanto deben ser más de los que cuentan vuestras mentes, un poco ingenuas.

Faltan, solo, algunas horas para saber sí podré vivir mi amorío libremente con la dulzura de su aroma característico, con el delirio agradable, con la inquietante vibra de mi cuerpo y los gestos molestos que en mi rostro provoca.

Quizás falten minutos para terminar de resolver si finalmente lograremos reírnos sin razón, comer al son del "bajón" y librar nuestra relación sin que nadie nos juzgue/ prejuzgue por el solo hecho de estar "chinos", con bolsitas debajo de los ojos o con los párpados rozaditos a la hora de enamorarnos con él / ella.

Restan segundos para gritarle al mundo que me encuentro bajo una relación de dependencia con el cannabis. Al fin y al cabo podré decir que no es tan malo como dicen, empero que si alegra mis días de mal humor.

Es simplemente mi metamorfosis solo ante un mal día!




viernes, 21 de agosto de 2009

Mate y pan con manteca

Jugamos a ser pobres, porque esta bueno. Algunos se tiran a ser más de lo que tienen y nosotros nos echamos a ser menos de lo que somos con el único fin de despreocuparnos. En cierto sentido, los adinerados suelen ser atraídos por los problemas; los demás nos conformamos con el mate y pan con manteca, sin que falte una buena caminata, un perro de compañía y una plaza cerca de vuestro humilde hogar.

Y así vivimos, riéndonos con clase, siendo felices de esa forma, especial... No digo que no luchamos a lo grande por algo superior, pero para nosotros, los pobres, lo “mejor” no es el auto último modelo, la casa con muchísimas habitaciones, ni una sala de cine, sino que para nosotros lo “mejor” es la risa, alcanzar la felicidad extrema, convivir siempre rodeados de buenos amigos, juntarse con ellos y comer unas exquisitas pizzas amasadas y también juntarse a tomar unos mates increíbles con el objetivo de hacerle pasar un pésimo momento al señor drama.

Y sin algún banco nos ahorca nosotros tiramos una patada voladora al medio de la tarjeta de débito para que no hinchen más las pelotas.

Y si un prestamista nos ofrece dinero, mejor que nos ofrezca un buen paseo bajo el sol de la tarde , o al menos que nos lo preste por un rato.

Y si nos dan una patada en el culo en el trabajo, ya encontraremos algo mejor, o fabricaremos nuestro propio laburo, o haremos masas toda la vida.

Y mientras tengamos el pan, la manteca y el mate podemos seguir charlando abrumados por las mejores historias y anécdotas para crear nuevas sonrisas.

Y si escasea la risa, mejor tirarnos a ricos!


firma: Una rica, con mate y pan con manteca