Oiga varón, si va arriba del colectivo tenga mucho cuidado a la hora de realizar algunos gestos, puede que alguna mujer lo este mirando y de pronto genere ganas de vomitar debido a su acción un poco repulsiva, asquerosa, intolerante.
Señor acostumbrado a viajar en el 8 (ex 86) sepa que ya es más común tocarse sus partes en medio del viaje y delante de unos 40 o 50 pasajeros. La redactora asegura total comodidad a la hora de realizar dicho gesto.
Tenga claro, también, que sacarse los mocos sin pañuelos, pero si con los dedos ya es parte de la cultura argentina.
Hablar por celular como si estuviese relatando un partido de fútbol es cosa de todos los días, al igual que abrir las gamboas con el único objetivo de ventilar sus atributos un poco sudados. Asimismo, es corriente apoyar o mirar las partes traseras de cualquier muchacha que no haya tenido la suerte de conseguir asiento.
Lo único anormal es la acción, vomitiva, de llevar su mano (derecha o izquierda da igual) hacía un centímetro antes de tocar su nariz para saber a que huele.
Un desastre.