Tampoco me puse a discutir si Ginobilli se comportó como un verdadero CAGÓN frente al partido contra la selección estadounidense, o si Scola puso unos “huevos” increíbles!
Digamos que se lo básico.
Nosotras también comimos pizza, hablamos de hombres o de la falta de ellos (jaja), tomamos helado y nos acomodamos para disfrutar del partido...
Si bien compartimos algunas cosas en los momentos previos, a la hora del partido los análisis y puntos de vista fueron otros totalmente diversos, pero discutibles.
Solo imagínense las reflexiones de 10 mujeres (juntas) mirando un partido de fútbol.
Apenas entraron los jugadores y se “alistaron” para cantar los respectivos himnos, nos dimos cuenta que todos los nigerianos tienen la nariz, justo donde se encuentran los hornitos, un poco mas ancho que las demás personas ¿¿Por que será??
Cuando el juez ya había pitado para dar comienzo señalar el comienzo del juego, notamos que no solo las camisetas nigerianas eran llamativas, también descubrimos- muy sencillamente- que los botines rojos de un jugador acaparaba nuestra atención absoluta...sin darnos cuenta que 22 jugadores estaban dentro de la cancha
Voy a obviar la parte donde elogiábamos a Romero y a Gago más que por su buena actuación –lo digo como si supiéramos de fútbol-, por su buena pinta.
Voy a seguir obviando situaciones en las que nuestros pensamientos salían a flor de labio y decían: ¡Messi sos muy, pero muy feo!
Ahora me toca mencionar algunos gritos emitidos durante el partido (voces cuasi parecidas a la que expresan los hombres para criticar o alentar a “nuestros muchachos”)
¡DALE RIQUELME, CORRE LA PUTA QUE TE PARIÓ!(gritos de mujeres mientras comían chocolate)
¡MESSI COMILONNNNN, PASALA MUERTOOOOOO!(al mismo tiempo que volvíamos a comentar lo feo que es)
¡BIEN ROMERO, BIENNNN. SOS UN GROSO!(groso y buen mozo)
Y así hasta que gritamos el GOLLLLLLL como verdaderas HINCHAS DEL DEPORTE...
Y así hasta que vimos a ARGENTINA CAMPEÓN.
Y así hasta que disfrutamos de un Brasil sin festejo. Sin carnaval (se escucho decir por ahí)
Todo esto para llegar a la conclusión de que no se mucho de fútbol, pero destaco lo bueno que es gritar, aplaudir, putear, elogiar y chiflar sabiendo que no van a escuchar, mientras lo siga mirando por televisión.