sábado, 24 de julio de 2010

¿De dónde viene la injusticia?


Ahora si recuerdo de donde viene la injusticia, entre palabra y contendido. Estamos de acuerdo si digo que todos vamos a sufrir alguna injusticia. Demasiadas fueron las mías, de hecho algunos se habrán salvado porque me tocaron, injustamente, las de otros.

Descubrí, sin duda alguna, que la injusticia esta en nuestras vidas desde que existe el fútbol, o algo similar a ese deporte en el que mundo indígena intentaba recrear, antes que los españoles arrazaran con ellos y con algunas cosas más.

Y no solo me refiero a la historia que coincide, sino al deporte en si. Dentro de la cancha no ganan los mejores jugadores o los equipos increíbles; allí triunfan los peores: meten los goles de pura suerte, juegan mal pero ganan de culo y hasta el peor queso del fútbol obtiene su campeonato gracias a la "ayudita" del arbitro.

Fuera del cesped, un Presidente o un Jefe de Gobierno puede salir ileso de cualquier acusación y puede ser nuevamente electo gracias a la "ayudita" de algún hombre más poderoso que solucione sus problemas a cambio de una suma, considerable, de dolares
Sabemos que así pasa con todo, empero en el mundial supe darme cuenta de dónde viene la injusticia.

Es lo que deja un campeonato del mundo ¿Qué se le va a hacer?

viernes, 16 de julio de 2010

lunes, 5 de julio de 2010

El libro de los abrazos

Hoy me levante leyéndolo. Pocas veces me despierto con ganas de leer, más que el diario -por obligación-. Galeano me inspira ganas de dejar todo e irme a la mierda, de mi trabajo, de mi ciudad, de las pelotudeces menores y de las pelotudeces mayores.
Por esta simple razón les paso el libro para que puedan bajarselo. No es muy copado leerlo por la pantalla de un computadora...pero como son cuentos hermosos, llenos de contenido, vale leerlo como sea y por donde sea.




viernes, 2 de julio de 2010

Chau, jogo bonito






Salí de casa, uno a cero a favor de los del "jogo bonito". Voy a la cerrajería uno a uno, gol en contra de Brasil. Camino a la parada del colectivo, empece a escuchar bocinas (muchas) entonando un ritmo pelculiar, similar al son del festejo. No sabía si habian convertido los de naranja o los amarellos. Debo reconocer que por algunos miseros segundos pensaban todos como yo "la copa tiene que ser latina, por lo tanto veo bien que ganen los brasucas"....pero no. Arribe el 34, y definitivamente fue gol de los holandeses.
Pongo a perros de la calle y el Bambino iba comentando los último minutos del partido. "Una belleza. Amsterdam está de fiesta" decía el comentarista de lujo -y fiesteros como pocos, o como muchos, pero el más reconocido seguro-

Yo quería que Brasil gane. Yo quiero la copa latina.