jueves, 17 de septiembre de 2009

Caída a pique

Y cuando menos lo esperamos baja la ansiedad, la ganas de seguir ahí arriba, erguido, sostenido por la fuerza de atracción naciente del momento culmine en cualquier aventura, cuento, historia, romance en la vida cotidiana de cualquier individuo .

Ahí es cuando ellos ponen el pretexto (sin volver a intentarlo): “te juro que no me paso nunca”, o en su defecto argumentan: “no te voy a decir que nunca me paso, pero en verdad pocas veces”. Ahí es cuando la mujer no sabe si reírse en la cara del hombre que esta pasando su peor momento, o si ponerse a llorar ante la primera experiencia titulada “caída a pique”.

Las mujeres

Desesperadas recurrirán a quienes se avecinen a su vida, sea el grupo de amigas o familiares (siempre chicas).

El consejo fijo será: “vos no sos el problema, tranquila querida. Ellos tienen un inconveniente es claro, no saben manejarlo, sea cual fuere la medida de su miembro, todo proviene del cerebro”, dirán las más experimentadas, si son buena onda


Las preguntas para tratar de identificar el problema, en grupo, serán

¿Tomó alcohol?/ ¿Estaba drogado?/ ¿Seguro que hiciste todo lo que debías hacer?

Y cuando pensábamos que solo pocas mujeres se cruzaban con este tipo de complicaciones, terminamos sacando la cuenta que a todas nos pasa, o nos pasó. Pero a quienes no les paso....ya les pasará.

Y así es como jamás podremos ventilar, ni reírnos sobre “la caída a pique" de un hombre cualquiera.

1 comentario:

Maria Lujan Torralba dijo...

Digan lo q nos digan ellos, siempre vamos a pensar que nosotras algo mal estamos haciendo. Los hombres, encima de todo, tienen la suerte de que cuando la situación es al reves, nosotras les podemos mentir y ellos seguiran pensando en qué bien que lo hacen.
Saludos!!