martes, 9 de marzo de 2010

Cuatro ruedas vs dos


Uno reflexiona sobre el mundo cuando recorre parte del país en bicicleta. Sentimos mejor las distancias del universo entero, dividido en millones de partes disparejas, antagónicas e inútiles.
Debe ser que en un automóvil perdemos el sentido de observación total. Eternamente con las manos sobre el volante, los pies en el acelerador o en los frenos, la mirada fija puesta en el frente del cualquier camino, sea ruta, calle o avenida. De esa forma desaprovechamos la posibilidad de echar un vistazo a nuestro alrededor, hacia los costados, hacia atrás o para abajo. Claro, porque si miramos para abajo los más probable es que choquemos y nos estrellemos con la realidad que pocos atrevidos se animan a mirar con detenimiento, sentimiento y sin pretextos.
En bici, todo es diferente, se palpa el aire bueno de las mañanas, se huelen los dolores de la gente; por ahí se escuchan los nervios de las personas, se observan con mejor predisposición los problemas y, por sobre todas las cosas, se analizan las posibles soluciones de un mundo casi perdido, según las opiniones de los automovilistas. Es más, los que andan sobre dos ruedas poseen ideas geniales que si algún gobernante los escuchara, probablemente, los sacaría cagando ante la ilusión de querer prosperar. Pero como ellos andan sobre cuatro ruedas, bien tuneadas, es posible que no los hayan escuchado ¿por qué? Supongo que debe ser por la inferioridad de ruedas que posee el de la bici y porque sus ideas son brillantes y posibles. Si, posibles.

Y cuando algo es viable se produce el choque del automovilista que hace mierda las ilusiones del los ciclistas dejándolos tirados sobre el cemento lleno de aceite y nafta caídos de los autos. Por eso dicen que no se puede andar en dos ruedas por Buenos Aires, porque nadie auxilia a las personas provistas de ideas geniales, de ilusiones –como dije antes- y capaces de construir un mundo genial, siempre subidos en una bicicleta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Toda la razón la bici hace pensar, reflexionar y por sobre todo apreciar mas que el auto.
Solo el impulso generado por uno mismo es lo que hace llegar a destino.
el combustible es la voluntad y la determinación !!
Los pies son el único carruaje

cd