lunes, 27 de julio de 2009

Las mentiras...pa mi, pa vos, pa quién


En medio de una charla con mi amiga colombiana me di cuenta que decir la verdad no es importante en todas partes del mundo. Después de haberle contado una pequeña historia que se hilvanaba entre mentiras y ocultamientos ella sacó su propia conclusión al respecto: “Me di cuenta que para ustedes, los argentinos, es muy importante ir con la veracidad de los hechos en cualquier situación en la que se encuentren”. Según Catalina, mi amiga, ellos (los colombianos) son más relajados, es como que no es un punto esencial en su vida...ellos si lo pueden aguantar.
Y si, para nosotros – sin contar con los estafadores, mitómanos y todo hombre que negocie con la mentira- es importante que se dirijan con total sinceridad; y la respuesta al por qué se encuentra desde los comienzos de nuestra historia Argentina. Creo que por eso somos tan sensibles a la farsa, al chamuyo (por más que digan que así somos nos molesta), a la patrañas, a la farsa, a los cuentos, al enredo, a la andrómina, a la argucia, a la estratagema, etc.
La mayoría de los países que integran al planeta sufrieron de mentiras y atropellos a los largo de la historia, entonces ¿Por qué solo nosotros somos tan sensibles a la mentira por más piadosa que sea?

5 comentarios:

Lucas dijo...

Mentime que me gusta...
¿Será que el fin justifica los medios?
Saludos!

Pp dijo...

Una verdad que me haga sufrir siempre es preferible a una mentira llena de piedad.

Te invito a que pases por un blog que escribimos con un amigo! Soy de san luis... Y llegue al tuyo por un amigo que estubo viviendo en merlo que parece que te conocio en tu paso por alla.

Pateadora oficial de adoquines. dijo...

ahi me paso muchachos de San Luis!

Diego dijo...

Que loco, no lo había pensado antes. Creo que es intolerable sentirnos mentidos, ahora... ir con alguna que otra mentira de vuestra parte se lleva mucho mejor.

Lo de tu amiga colombiana me hizo acordar a los peruanos, que también son muuuucho mas relajados con el tema de las patas cortas, resulta que la cultura andina tenía por costumbre omitir y en casos hasta borrar de la mente sucesos históricos importantísimos. Por eso es tan difícil armar su historia. Simplemente no le daban demasiada trascendencia a los sucesos verdaderos y modificaban sus verdades de acuerdo a sus intereses, de ahí la costumbre anormal para nosotros que bajamos de los botes.

Besos!!!

Marco D´ Santis dijo...

hola, veo q tambien estuviste en tea. yo acabo de subir un blog.. espero agrade.

saludos